«Marianne, dijo, no soy una persona religiosa pero a veces pienso que Dios te hizo para mi»
¿Os ha pasado alguna vez que empezáis una lectura que hace tiempo que tenéis en la pila de pendientes y os dais de cabezazos por no haberla leído antes? A mi, algunas veces. Gente normal de Sally Rooney es una de ellas.
Marianne y Connell son compañeros en el último curso de instituto. Marianne es hija de familia bien pero con un entorno familiar tóxico, Connell, en cambio, es hijo de madre soltera pero con un vínculo familiar muy sólido. Marianne es la inadaptada, Connell el chico popular del instituto. La madre de Connell trabaja en casa de Marianne, Connell acude a recogerla al final de la jornada. Será en esos momentos en los que Connell y Marianne empiecen a conectar. Los jóvenes empiezan a verse en secreto y nace entre ellos un sentimiento inexplicable que los atraerá una y otra vez a lo largo de los años. Habrá otras personas pero no podran sentir con ellas nada parecido a lo que sienten al estar juntos.
Vale, el argumento no parece nada nuevo, pero es que no es el argumento lo que destaca de esta novela sino como la autora nos lleva de viaje por las complejidades existenciales de dos jóvenes que estan a punto de empezar la vida adulta. Van a salir al mundo con las mismas ganas de comérselo pero se van a enfrentar a ello rompiendo por completo con su vida anterior.
La historia esta marcada por las desigualdades económicas de los protagonistas determinando de forma irracional la manera de vivir su relación. Marianne cubierta económicamente por su familia ausente logrará destacar socialmente en el ambiente universitario, Connell, empujado a compaginar trabajo y estudios será incapaz de socializar en un entorno tan competitivo, individualista y clasista. Connell tendrá serios problemas para gestionar su complejo de inferioridad, Mariane se sentirá indigna ante Connell y sus barreras invisibles. A pesar de sus diferencias Marianne y Connell encuentran, una y otra vez, la forma de restablecer su conexión que, lejos de diluirse, permanece intacta a lo largo de los años.
Connell y Marianne son dos personajes tremendamente complejos, vulnerables y sensibles pero juntos consiguen que solo sea importante aquello que les une.
A la trama romántica, protagonista total de la historia, se adhieren una serie de temas no menos importantes como la falta de comunicación, la soledad, las enfermedades mentales, la importancia de los vínculos familiares, la influencia que pueden ejercer unas personas en otras, los complejos, la confianza…. en definitiva los diferentes estados que adquiere la vida en ese paso hacia la edad adulta, y que despoja de estereotipos el concepto romántico.
Si nos paramos a analizar literariamente la obra de Sally Rooney me gustaría destacar dos aspectos.
Por un lado la linea temporal, el libro empieza en enero de 2011 y acaba en febrer0 de 2015 de forma que, el salto de un capítulo a otro puede ser de días, semanas o meses, al final la novela se desarrolla solo durante 4 años pero esta forma tan peculiar de avanzar en el tiempo y los importantes momentos vitales que atraviesan los protagonistas, hace que parezca mucho más tiempo.
Y por otro lado el uso que Rooney hace del diálogo inteligentemente integrado en el texto narrativo no le resta, para nada, agilidad a la lectura, y diálogo hay mucho, porque si algo saben hacer Connell y Marianne es dialogar, hablan mucho pero a veces no se dicen lo que verdaderamente importa de la forma más adecuada.
Para alguien que se haya en la permanente búsqueda de la novela romántica de calidad, toparse con Gente normal de Sally Rooney es como alcanzar el éxtasis lector más absoluto.
Pero por si no fuera poco el buen sabor de boca que me dejó la lectura al ir a buscar información sobre ella me topé con que una serie de la que había visto el tráiler hacía algunos meses era la adaptación y además guionizada por la misma autora, solo esto último ya es garantía de que difícilmente me decepcionará, y así ha sido.
Para empezar, destacar que al ser una serie consigue ser más fiel a la trama sin necesidad de eliminar pasajes de un libro al que no le sobra una coma.
Doce capítulos de 30 minutos escrupulosamente estructurados. Cada uno de ellos dedicado a las diferentes etapas que atraviesan los personajes y que estan ligeramente ligadas a los tiempos académicos. El ritmo es suficientemente rápido para disfrutar y suficientemente lento para querer más.
Por otro lado la ambientación. Quedan perfectamente dibujados los mundos diferentes, figurados y literales, en los que se mueven sus protagonistas, y como no, despierta en mi las ganas de viajar a Irlanda y a Dublín, que por casualidad fue el último viaje cancelado justo antes de la pandemia.
En el blog Crónicas de una cosmopolilla podéis leer más sobre los diferentes escenarios irlandeses donde se rodó esta maravillosa serie.
Pero si por algo destaca la adaptación televisiva es por la elección de los actores protagonistas. Menudo acierto. Totalmente desconocidos para mi Daisy Edgar-Jones y Paul Mescal interpretan con maestría a Marianne y Connell en una historia donde los sentimientos alcanzan una dimensión desconocida sin necesidad de expresarlos con palabras. La química entre los dos actores es más que evidente.
No hay duda que Normal People fue una de las mejores series del 2020 y así lo certifican los numerosos premios a los que ha sido nominada, la unánime voz de la crítica y el respaldo del público.
¿Qué eres más de libro o serie? Decidas lo que decidas, es casi imposible que Gente Normal te deje indiferente.
Múltiples artículos se han publicado en los medios que dejan claro que merece la pena disfrutarla en alguno de los dos formatos:
Gente normal crítica publicada en El Cultural
En defensa de Sally Rooney: por qué «Gente Normal» es el libro definitivo y la serie del momento publicado en El País
Gente Normal de Sally Rooney reseña publicada en Las librerias recomiendan.
ATENCIÓN!!! Solo si ya has leído libro y visto serie:
El interesante análisis de Mireia Mullor para Fotogramas.
O si lo prefieres el entusiasta análisis visual en Youtube de Andrea Compton