
COSTA BRAVA: de Cala del Pi a Roques Planes
Oficialmente la Costa Brava se extiende desde Blanes hasta Portbou, último municipio costero antes de la frontera francesa. No parece demasiada distancia pero la sinuosidad de las carreteras de la zona, determinadas principalmente por la orografía, convierten a este tramo de 214 km en una zona de tránsito y urbanización complicada. Lo primero dificulta poderla conocer con comodidad, lo segundo ha facilitado que aún haya zonas relativamente «vírgenes», aún así el urbanismo es considerable. En este artículo vamos a recorrer la Costa Brava de Cala del Pi a Roques Planes, por el camino de ronda, un camino para realizar a pie y que recorre el litoral por senderos estrechos habilitados solo para caminar y que se puede hacer durante todo el año.
No todos sus tramos se encuentran en óptimas condiciones y puede que haya zonas que se vean afectadas por desprendimientos o simplemente porque los propietarios de las fincas que se encuentran en su límite consideren molestos a los caminantes, pero tened en cuenta que tenéis todo el derecho de transitar por ellos.
Empezamos esta ruta en la Cala del Pi. Para acceder hasta esta cala se puede hacer a pie desde Playa de Aro empezando a caminar por el camino de ronda desde Cala Rovira o directamente desde Cala del Pi. A Cala del Pi se llega desde la C-253 de Playa de Aro a Palamós, a la altura del Hotel Cala del Pi. En la zona hay pocos espacio de aparcamiento habilitado así que se han de buscar entre las calles aledañas
Cala del Pi es una cala pequeña, de unos 65 m., en una zona fuertemente urbanizada y a los pies de un hotel de categoría, el entorno es muy bonito, rodeada de rocas y vegetación. La arena, como la de la zona, es muy cómoda ya que no se trata de arena fina y el fondo del mar es rocoso a tramos, es interesante siempre que se visita la Costa Brava llevar en la mochila unos escarpines, resulta más cómodo bañarse sin estar pendiente de no perder un dedo accidentalmente.
En esta cala no hay servicios así que seamos cuidadosos con el medio ambiente.
Seguimos nuestro recorrido por la Costa Brava de Cala del Pi a Roques Planes, atravesando un túnel que salva un pequeño cabo y llegando a la Cala Canyers o Punta els Canyers a la que sigue la Cala el Paller. En realidad cuesta aquí ver una cala propiamente dicha ya que las edificaciones casi se comen el camino y son calas de rocas sin apenas espacio para estirar la toalla. Si sois de los que huis de las aglomeraciones este puede ser vuestro lugar ya que, a parte de tener que llegar a pie no es una cala ideal para pasar el dia, ni para ir en familia, ni para aquellos que busquen los arenales, pero la zona sigue siendo tan bella como brava. En Cala Canyers hay una pequeña extensión de cantos rodados y se practica el nudismo, la Cala del Paller es una zona de rocas propiamente dicha, por supuesto es una zona sin servicios.
Seguimos avanzando en este recorrido por la Costa Brava de Cala del Pi a Roques Planes para llegar a dos de las calas más bonitas, más famosas y más fotografiadas de la zona. El camino de ronda sigue siendo fácilmente transitable y muy cuidado hasta llegar aquí y las edificaciones aunque visibles quedan algo adornadas por la vegetación, la arquitectura no desentona demasiado con el paisaje.
La siguiente cala a la que llegamos es Cala Belladona que ya pertenece a Sant Antoni de Calonge. Es una cala de dimensiones considerables, unos 150 m., con arena gruesa como la de la zona y adornada por rocas y vegetación, es una cala muy bonita desde donde se obtienen interesantes vistas de la vecina Cap Roig. No es una playa con demasiado servicios pero hay duchas y también un chiringuito en época estival. De aguas cristalinas, colores turquesas según la luz del sol y temperaturas frescas.
Frente a la cala una roca llamada la Belladona Grossa zona de anidamiento de aves.
A la cala Belladona y a la cala Cap Roig (no confundir con el Cap Roig de Calella de Palafrugell) se puede llegar sin necesidad de ir por el camino de ronda ya que existe acceso por la Av. Andorra desde la carretera de Playa de Aro a Palamós. En esta zona se puede encontrar aparcamiento, la dificultad vendrá determinada por la hora del día y la época del año.
Y llegamos a la cala Cap Roig, en uno de sus extremos denominada Cala Sant Jordi.
El islote de Cap Roig, que da nombre a la cala, está unido al mar por una lengua de arena y divide la cala en dos, formando en su parte más al norte una pequeña calita. El islote de unos 15 m. está cubierto de pinos y le da a la zona un alto valor paisajístico, algo explotado por los establecimiento hoteleros de la zona tan cercanos a la playa que incluso, los afortunados, pueden cenar junto a ella. No existen muchos servicios pero dispone de duchas y chiringuito en verano.
El siguiente tramo de este paseo por la Costa Brava de cala del Pi a Roques Planes hasta llegar a cala Ses Torretes es quizá el tramo peor cuidado. Sobretodo el que queda bajo el Hotel Cap Roig, donde se encuentra una pequeña cala de nombre desconocido, el camino está habilitado pero es la zona menos encantadora y más cubierta de escombros no naturales, además la parte trasera del hotel no está nada disimulada.
Llegamos a la zona formada por cala Ses Torretes y cala Cristus. Se trata de dos calas separadas por un cúmulo de rocas perfectamente transitables siempre que el mar esté tranquilo. En total son unos 300 metros de arena dorada y no demasiado fina, aguas cristalinas más o menos profundas según las mareas, pero estamos en la Costa Brava así que el mar suele hacerse profundo con más facilidad que en otras zonas del litoral catalán.
En esta zona las formaciones rocosas dentro del agua no son tan frecuentes como en las calas más pequeñas pero igualmente se ha de llevar cuidado. Tanto Ses Torretes justo bajo el Camping Cala Gogó como Cala Cristus disponen de duchas y chiringuito. Se puede acceder a pie por el camino de ronda o aparcando en las proximidades de los campings Cala Gogo e Internacional de Calonge, de hecho hay un pequeño aparcamiento justo bajo el puente elevado que da acceso peatonal al camping Internacional de Calonge.
Desde la carretera hasta la playa se ha de salvar un desnivel considerable y existe un tramo bastante largo de escaleras lo que la hace una playa complicada para las personas con movilidad reducida, en este caso puede que el camping Treumal sea una opción a considerar ya que tiene acceso directo a la playa. Con excepción de las épocas fuertes de afluencia no se trata de playas que se abarroten demasiado.
Si seguimos dirección Sant Antoni deberemos pasar por un túnel para llegar a la Cala del Forn. No tengo claro si se puede llegar de otra forma que no sea a pie o desde el Camping Treumal, queda justo bajo una urbanización y en general son zonas algo mal señalizadas. La cala del Forn es muy bonita y recogida, apenas 25 metros, y tanto ésta como el resto hasta llegar a Roques Planes el único inconveniente que yo les veo es que son muy pequeñas y por ellas transita mucha gente que pasea por el camino de Ronda así que, no es muy agradable estar tomando y sol y que continuamente pase gente yo no aconsejaria ir a pasar mucho rato, el baño es muy atractivo pero en mi opinión son algo incómodas.
La siguiente cala en este paseo por la Costa Brava de cala del Pi a Roques Planes es la Cala dels Esculls, en castellano vendría a ser, de los arrecifes. También es aconsejable acceder desde el camino de ronda desde cala Cristus, o desde Torre Valentina. Es muy pequeña y rocosa y carece de servicios, ideal para aquellos que prefieran las rocas a los arenales.
Seguimos dirección Sant Antoni de Calonge para llegar a la cala de la Roca del Paller, una cala de gran belleza cuyo nombre se debe a la gran roca que hay en uno de sus extremos, es de dimensiones similares a la Cala del Forn y también carece de servicios, al igual que las calas anteriormente mencionadas, la cala de la Roca del Paller (imagen destacada) es bastante recogida y está rodeada por paredes de roca salpicadas de pinos. No os confiéis, el pequeño arenal pierde su nombre al entrar en el agua y son necesarios los escarpines.
Y llegamos al punto final de este recorrido por la Costa Brava, de cala del Pi a Roques Planes. Esta cala a medio camino entre Cala Cristus y Torre Valentina está constituida por unas enormes formas rocosas de un color gris claro que contribuye a que la tonalidad del agua en días soleados sea de un azul turquesa brillante. Hay un pequeño tramo arenoso pero lo que más sobresalen son los huecos entre rocas que permiten el baño y la facilidad de poder estirar la toalla sobre piedra para aquellos que lo prefieran. Tampoco dispone de servicios y habitualmente se practica el nudismo.
Os animo a que dejéis el coche en uno de los extremos, os lancéis a explorar la zona a pie y dejéis caer vuestra toalla allí donde os resulte más paradisiaco, igual tenéis problemas a la hora de decidir que cala es más bonita.
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Visitamos asiduamente esta zona de la Costa Brava, la última vez en septiembre de 2020.

