COMER Y DORMIR

RESTAURANTE VERNTALLAT – Puigpardines (La Vall d’en Bas)

Es probable que la comarca gerundense de La Garrotxa sea la zona de Cataluña que tenemos más explorada, de eso dan testimonio algunas entradas publicadas en este blog sobre rutas senderistas. La Garrotxa es una zona del pre pirineo catalán en la que, a pesar de haber ido muchas veces, siempre encontramos algo que hacer.

Pueblos, rutas, ermitas, hayedos… la oferta turística es bastante amplia y la gastronómica también. Hemos parado en restaurantes muy conocidos como el Hostal dels Ossos, el Santa Margarida o Can Xel pero también algunos algo menos populares por encontrarse algo más apartados como Más Bundancia o el Hostal Ca la Paula. En todos ellos tendréis la oportunidad de probar clásicos de la gastronomía garrotxina como las patatas de Olot y los fesols con butifarra esparracada. (foto destacada).

Pero el otoño pasado hicimos un descubrimiento que vaticino se va a convertir en uno de nuestros comodines. El restaurante Verntallat en Puigpardines.

Este restaurante forma parte de la cooperativa que trabaja con productos de proximidad, además de utilizarlos en la elaboración de sus platos, los comercializa en una agrotienda que se encuentra anexa al restaurante.

El restaurante, de una planta, y dentro de una construcción con aspecto de cabaña de madera, es de dimensiones moderadas. En el exterior dispone de un par de mesas en las que tomar café o esperar el turno, y también se encuentra el acceso a los baños. Además dispone de una zona ajardinada con juegos para los más pequeños.

Éramos un grupo grande e hicimos una reserva para el segundo turno de comidas. Aunque para nosotros era algo tarde, al ser tantos, a veces hemos de ser algo comprensivos, se respetó bastante la hora que se nos asignó a la hora de la reserva. El ambiente dentro del local es bastante cálido.

La carta se basa en productos de la zona, platos típicos y carnes a la brasa. Una persona que no coma carne también puede encontrar opciones, pero escasas. En la carta se facilita información sobre la procedencia de los diferentes productos. No hay menú, se ha de comer a la carta. Es fácil encontrar opciones para los niños ya que hay muchos platos de carne con guarnición.

Los platos estaban muy ricos, bien elaborados y en cantidad correcta. Entre los primeros opciones de ensaladas y clásicos de la zona así como de otras zonas de Cataluña.

En los segundos básicamente carnes a la brasa pero no hay problema en pedirse dos primeros.

Los postres nos comentaron que no eran caseros pero que los hacía una pastelería de la zona y la verdad es que estaban muy buenos.

Pero lo mejor fue el servicio. A pesar de ser un grupo grande, de empezar a comer tarde, y del cansancio acumulado que seguro llevaba aquella chica después de algunas de trabajo frenético de ir de aquí para allí, nos tomó nota a todos, cada uno con sus peculiaridades, atendió debidamente a los niños, no se equivocó ni una vez y a cada petición de bebida extra la servía enseguida. Era un poco seria pero eficiente al 100%.

Y después si entrais a la agrotienda, justo al lado, seguro que salís con alguna cosilla.

¿Conocéis este restaurante? Me encantará recibir vuestro feedback si os decidís a visitarlo.

Descubrimos el Verntallat en octubre de 2019.

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