
EL MONASTERIO DE TOXOSOUTOS, rincón mágico a orillas del río San Xusto
Cuando se tienen destinos a los que se viaja de forma intermitente uno se puede permitir ir descubriéndolos poco a poco yendo más allá del circuito turístico más tradicional. Eso nos pasa con Galicia donde a pesar de haber ido muchas veces cada vez que volvemos descubrimos algún lugar nuevo, secreto, mágico, escondido, por el que no se pasa, al que se ha de ir.
El Monasterio de Toxosoutos, fue uno de ellos.
El Monasterio de Toxosoutos se sitúa en el concello de Lousame y se llega por la carretera AC-543, que discurre paralela a la CG-1.5, que va de Noia a Santiago de Compostela. Es fácil situarse con el Google Maps, veréis que justo unos metros antes de llegar tenéis la posibilidad de dejar el coche en el arcén a la derecha de la carretera (si venís desde Noia), también hay un pequeño aparcamiento un poco más adelante pero cuidado no os paseis la señalización del monasterio, queda en la pista de acceso, que es peatonal, y es poco visible desde la carretera.
Después de estacionar el coche podéis acceder por la pista que baja en fuerte pendiente o por las escaleras que salen desde el pequeño aparcamiento.
Y llegamos al Monasterio de Toxosoutos, un conjunto religioso-arquitectónico rodeado de bosque húmedo, bañado por el río San Xusto y adornado por un par de cascadas muy bonitas.
Poco queda del monasterio original del que se tienen referencias desde el S. XII, fue uno de los monasterios con más riquezas de Galicia durante el siglo XIV y XV pero a partir de entonces fue perdiendo importancia, en el siglo XVI se anexionó al Monasterio de Sobrado pero con la invasión francesa y la desamortización el monasterio fue abandonado, poco queda hoy de lo que fue antaño. Pero entre lo poco que queda y lo que se ha recuperado el lugar merece mucho la pena.
La primera zona con la que topamos es donde se ubican los edificios, la iglesia de San Xusto está rodeada de otras edificaciones que parece se dedican a la hostelería pero que en las dos ocasiones que he visitado el lugar estaban cerradas así que esto no lo puedo certificar, hay también un área de picnic ideal para el verano ya que es una zona de paisaje de ribera donde abunda la vegetación de la que da sombra y fresquito. Detrás de la iglesia y anexa a ella un pequeño cementerio.
También desde esta zona se accede fácilmente al río que ofrece la posibilidad de remojarse si la temperatura acompaña. Se puede atravesar el puente de madera y seguir por un sendero, nosotros caminamos un rato pero reculamos ya que parecía que la ruta era larga y nuestra visita tenía como objetivo la visita de la zona más cercana al Monasterio.
Justo al lado de la iglesia se inicia el sendero habilitado que nos llevará a la cascada pasando primero por un salto de agua más pequeño pero muy bonito, hay pozas aptas para el baño. Un poco más adelante encontramos los restos de un molino y siguiendo por el sendero, pasaremos por unas pasarelas de madera, un puente de madera y llegaremos a la cascada. La ruta sigue pero ya se aleja del entorno más cercano al monasterio.
A pesar de tratarse de un rincón encantador, muy bien cuidado y cercano a lugares de importancia turística como Santiago de Compostela o Noia no resulta un lugar demasiado o conocido a juzgar por la poca afluencia que hemos encontrado en las dos veces que lo hemos visitado, y lo hemos hecho en temporada alta. Es un rincón natural accesible para todo tipo de personas siempre que no se tengan problemas de movilidad. También es un lugar donde los niños encontrarán elementos que le hagan muy atractiva la visita como cascadas y pasarelas.
¿Conocéis este bello rincón cerca de la costa da morte? Si tenéis la oportunidad no os lo perdáis, es mágico.
Nuestra última vez en el Monasterio de Toxosoutos fue en julio de 2020.

