COMER Y DORMIR

CAN LLORENS – Prades

Can Llorens es un alojamiento rural situado en Prades, en pleno casco urbano.

Prades es un municipio de la comarca del Baix Camp en Tarragona, cercano a lugares tan conocidos como Montblanc o Poblet, se sitúa en las montañas de Prades, próximo a la sierra de Montsant y es lugar ideal para todos aquellos que disfruten con el senderismo.

Can Llorens es un alojamiento rural que se compone de 6 apartamentos con capacidad de entre 2 y 6 personas que se distribuyen alrededor de un patio al que se accede desde una puerta común. A pesar de encontrarse en el casco urbano del municipio son unos alojamientos muy tranquilos, y eso que Prades es un pueblo muy animado, sobretodo los fines de semana y los puentes.

Nosotros alquilamos dos apartamentos. En un apartamento nos alojamos 4 personas y en el otro 5. Aunque no son exactamente de las mismas dimensiones la distribución de las estancias y el mobiliario es similar lo que provoca que la sensación de amplitud sea diferente de uno a otro.

A todos los apartamentos se accede directamente desde el patio habilitado como zona de recreo com mesas, hamacas incluso una mesa de ping pong, la anfitriona proporciona palas de querer jugar. Es un espacio muy atractivo sobre todo si el tiempo acompaña.

En la planta baja del apartamento se encuentran las zonas comunes, en una sola estancia hay la cocina con mesa, y un sofá-cama, mesa de centro y butaca, además del acceso al cuarto de baño y también la tele. En el caso del apartamento más pequeño es una estancia demasiado atiborrada, yo eliminaría mobiliario ya que  el exceso de muebles la hace parecer más pequeña.

El baño es muy cómodo. Ni demasiado grande ni demasiado pequeño y muy calentito. La ducha ideal, no tuvimos problemas con el agua caliente y había papel higiénico en suficiente cantidad. También se proporcionan las toallas, una de baño y otra de mano para cada huésped.

La cocina está equipada con lo necesario para una estancia básica pero echamos en falta una tostadora, tuvimos que pedirla a la propietaria que nos comentó que no las tenía en la casa por un problema de sobrecarga eléctrica, como inquilinos el andar pidiendo menaje que se considera básico (la tostadora es uno de los electrodomésticos que encontramos en todos los alojamientos que alquilamos) la verdad es que resulta algo incómodo.

En la casa tampoco hay lavadora, como íbamos para un fin de semana de 3 días no la necesitamos y desconozco si se encuentra en algún otro espacio común.

A la primera planta se accede por una escalera de madera algo empinada. Arriba se encuentran las habitaciones. Una de ellas con cama de matrimonio otra con litera, en ambas hay armario pero las dimensiones son reducidas aunque no resultan incómodas. Los colchones son confortables y las camas disponen de suficiente ropa, no pasamos nada de frío y eso que la zona puede que sea de las más frías de Cataluña.

El Wifi funcionó correctamente durante toda la estancia.

La relación calidad-precio va en la línea de lo que se paga en Cataluña, si comparamos con otras zonas de la geografía nacional española he de decir que fuera, por el mismo precio, encuentras las mismas prestaciones pero en alojamientos más espaciosos.

Un tema sin resolver es el aparcamiento, el alojamiento no dispone de espacio para aparcar el vehículo ni siguiera para parar un momento delante de la puerta. Hay una zona de parking público a la entrada del pueblo viniendo por la carretera de la Espluga pero resulta algo lejano y en fin de semana es complicado encontrar aparcamiento en el centro urbano.

De todos modos para una familia o un grupo de cuatro personas Can Llorens es una buena opción para conocer esta zona de Tarragona que os aseguro que vale mucho la pena, sobre todo si os gusta la montaña.

Para ir a la web de Can Llorens podéis clicar aquí.

Nos alojamos en Can Llorens en octubre de 2018.

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